Comienzos
Esto no es una presentación... Sólo una parte de mi. Así me siento. Hoy... Y cada vez que escribo. No hay mucho para explicar, solo son palabras que surgen, unidas por un hilo conductor que es lo que siento cuando escribo. Eso le da sentido, creo.
Se experimentan cambios y estoy disponible para recibirlos. Sonrío por eso, me río, sin dudarlo. Quiero sentir todo lo que esta a mi alcance, estoy receptiva, ya lo descubrí. Sólo que a veces estoy muy sorda, esta nublada mi vista. Son sonidos, estímulos, caricias, olores. Y estoy más atenta que nunca. Me detengo a observar lo inexplicable (que ojala pudiera explicar). Los árboles me dan luz y me miran. Sus ramas me llenan, no me hace mal la luz. Y es la lluvia también, que me canta y me pide que salga (y nunca salía en los días de lluvia). Ahora es distinto. Le pongo nombre a las cosas que – supuestamente – no tienen que tener nombre, o no es necesario. Observo las caras, me miran. Sonrío a un perro y él me ofrece su mano. La tomo, nos miramos. Los dos movemos la cola, porque me transformo en perro. Siento lo que él siente. Voy caminando y sonrío. Algunos dicen que tiene que haber un porqué. Me gustan los colores, porque dan luz y la luz me da calor, energía. Y canto ¿por qué no? Y sueño, despierta. Sueño con lugares, que solo yo conozco. Son míos. La música me lleva, me transporta, también a lugares y a momentos, ya vividos o no. A veces llega la nostalgia, el recuerdo, pero me gusta, porque me permiten saber que tengo historia. Y lucho, desde mi lugar, como a mi me parece. Esta es una de mis maneras: la palabra. ¡Qué poder! A veces se borra, pero resiste. Como resistimos todos. No conozco mucho del andar… ¡Pero me esta gustando!
30/3/07
Se experimentan cambios y estoy disponible para recibirlos. Sonrío por eso, me río, sin dudarlo. Quiero sentir todo lo que esta a mi alcance, estoy receptiva, ya lo descubrí. Sólo que a veces estoy muy sorda, esta nublada mi vista. Son sonidos, estímulos, caricias, olores. Y estoy más atenta que nunca. Me detengo a observar lo inexplicable (que ojala pudiera explicar). Los árboles me dan luz y me miran. Sus ramas me llenan, no me hace mal la luz. Y es la lluvia también, que me canta y me pide que salga (y nunca salía en los días de lluvia). Ahora es distinto. Le pongo nombre a las cosas que – supuestamente – no tienen que tener nombre, o no es necesario. Observo las caras, me miran. Sonrío a un perro y él me ofrece su mano. La tomo, nos miramos. Los dos movemos la cola, porque me transformo en perro. Siento lo que él siente. Voy caminando y sonrío. Algunos dicen que tiene que haber un porqué. Me gustan los colores, porque dan luz y la luz me da calor, energía. Y canto ¿por qué no? Y sueño, despierta. Sueño con lugares, que solo yo conozco. Son míos. La música me lleva, me transporta, también a lugares y a momentos, ya vividos o no. A veces llega la nostalgia, el recuerdo, pero me gusta, porque me permiten saber que tengo historia. Y lucho, desde mi lugar, como a mi me parece. Esta es una de mis maneras: la palabra. ¡Qué poder! A veces se borra, pero resiste. Como resistimos todos. No conozco mucho del andar… ¡Pero me esta gustando!
30/3/07
Comentarios